Acabamos de entrenar. Independientemente del ejercicio practicado, la máquina que es nuestro cuerpo ha puesto en marcha todos sus depósitos de glucógeno para obtener energía, “quemando” grasas, pero fundamentalmente tirando de los aminoácidos esenciales que nos aportan las proteínas de la dieta –pescado, carne, leche y huevos–, de tal forma que su concentración en el torrente sanguíneo ha disminuido considerablemente. Nuestra alimentación es buena, tenemos unos hábitos correctos que practicamos día a día, con regularidad y desde hace tiempo, pero terminado el ejercicio necesitamos reponer fuerzas rápidamente y no existe el alimento completo que contenga todos los nutrientes y en la cantidad óptima requerida en este momento.
¿O si existe? Pues claro: el suero de leche, la parte líquida de la leche que se separa de esta última cuando se coagula para la elaboración del queso, la principal fuente de aminoácidos esenciales capaces de provocar un incremento de la síntesis de proteínas musculares, facilitando la recuperación después del ejercicio y aumentando el tono muscular.
¿Qué es la proteína de suero de leche o WHEY?
El suero de leche es un subproducto que durante años se consideró un desecho y que, en la actualidad es muy utilizado por sus múltiples nutrientes y propiedades funcionales. Las proteínas son indiscutiblemente el componente de mayor importancia del suero y sus aplicaciones cubren todo el ciclo de la vida, desde la nutrición infantil hasta productos para ancianos.
Las proteínas del suero constituyen un alimento tan completo que desempeñan un papel fundamental en áreas de la salud tan diversas como integridad y motilidad intestinal, fortalecimiento del sistema inmunológico, mejoría del desempeño cardiorrespiratorio y cardiovascular… Pero lo que nos interesa a nosotros es su participación en el incremento del rendimiento deportivo, lo que nosotros hemos denominado el “entrenamiento invisible”, que se consigue con la proteína de suero de leche o WHEY (término inglés con el que se denomina al suero de leche).
No todas las WHEY son iguales
La utilidad de las proteínas del suero como suplemento de la dieta de deportistas se fundamenta en su alto contenido en aminoácidos de cadena lateral ramificada (precursores de glutamina) y bajo contenido en arginina (promueve la síntesis de glutamina). Demostrado que la concentración de glutamina disminuye considerablemente en la fase de entrenamiento y ejercicio, múltiples estudios mostraron que dicha concentración se mantenía e incluso aumentaba utilizando productos de patente a base de suero de leche en comparación con otros suplementos alimentarios a base de mezclas de aminoácidos simples. Así las cosas, la proteína WHEY no solo suple el gasto acelerado de energía mientras se hace deporte, sino que regenera los tejidos y promueve el crecimiento muscular.
Esta información puede resultar un tanto científica, pero es importante tenerla en cuenta a la hora de elegir una proteína WHEY u otra, porque siendo todas proteínas de suero, su calidad varía mucho dependiendo de la pureza y disponibilidad de aminoácidos en función de la materia prima que se ha usado para obtener el suero y el nivel de concentración en proteínas según el proceso o elaboración llevado a cabo para obtenerlas.
Con respecto a la materia prima, la proteína con mayor número de propiedades es la que procede del suero de leche bovina –vaca– y, dentro de esta última, la que se obtiene principalmente a partir de leche de vacas de pasto o de ganadería extensiva, sin las impurezas químicas asociadas a la alimentación de vacas procedentes de ganadería intensiva.
Y en función de los procesos de separación de la proteína, distinguimos entre: concentrado de suero, aislado de suero e hidrolizado de suero.
- El concentrado de suero es sanitariamente clasificado como la proteína WHEY más básica –su contenido en proteína varía considerablemente entre unos productos y otros –entre 35 y 85%–, por lo que existe una enorme diferencia de calidad entre unas proteínas y otras.
- El aislado de proteína de suero se somete a un procesamiento más fino, por lo que la proteína es más pura que la del concentrado y la “digestión” mucho más rápida –entre 85% y 95% de concentración proteica–.
- Y el hidrolizado de suero, la WHEY más cara del mercado: al someterse a un proceso de hidrólisis, la absorción de la proteína es rapidísima. Se usa mucho en leches infantiles y en suplementos para ancianos.
En 2010, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria aceptó las siguientes afirmaciones relativas a la proteína de suero de leche:
- Contribuye a un crecimiento en la masa muscular
- Contribuye al mantenimiento de la masa muscular.
Recuerda:
La proteína WHEY no sustituye en ningún caso la una buena alimentación o dieta adecuada. Aún tratándose de un alimentos funcional, la suplementación de proteínas se recomienda en casos especiales para buscar resultados muy concretos. Deben de abstenerse de tomar proteína WHEY las personas que sufran de intolerancia a la lactosa.