Cuenta la leyenda que mil años antes de Cristo un monje se quedó dormido mientras meditaba. Furioso consigo mismo por lo que consideró una debilidad imperdonable, se cortó los párpados para no volver a dormir. Aquellos párpados cortados cayeron al suelo y de ellos brotó el arbusto del té verde, una planta capaz de “espantar” al sueño. Otra versión atribuye su descubrimiento al emperador chino Chen-Nung, casi tres mil años antes de Cristo. 

Las propiedades milagrosas del té verde

Sea cual sea la verdadera historia, el consumo de té se reservó durante siglos a la nobleza porque se le atribuía la propiedad milagrosa de alargar espíritu, juventud y vida. Hoy está al alcance de todo el mundo, siendo un ingrediente fundamental del NRG 4. Y todo ello, gracias a sus conocidas propiedades terapéuticas: refuerza el sistema inmunológico, aumentando las defensas naturales del organismo; regula el colesterol malo en sangre; controla la tensión arterial y la diabetes; retrasa el envejecimiento; sacia el apetito y ayuda a metabolizar las grasas… Y por si esto fuera poco, hace mejorar el humor y olvidar las depresiones. ¿Se puede pedir más?

El café que hacía volar más alto a las aves y saltar a la cabras

Del café existen muchos más relatos que del té verde, pero el más famoso habla de un místico sufí yemení que, viajando por Etiopía, observó a unas aves que volaban muy alto y como “locas” y, al probar las bayas que estaban comiendo, experimentó la misma vitalidad. Otra leyenda cuenta la historia de un cabrero llamado Kaldi que, al comprobar el efecto energizante que tenían unas bayas rojas sobre su rebaño de cabras, mascó la fruta. Y tal júbilo sintió, que decidió llevárselas a los sabios de su aldea. Pero estos últimos desaprobaron su uso y las echaron al fuego, produciendo las bayas tal aroma, que los monjes se asustaron, las sacaron rápidamente de las brasas y las sumergieron en agua caliente con sal. Si la historia fuese real, posiblemente aquella fuese la primera taza de café del mundo. 

Bueno o malo, ¿en qué quedamos con el café?

Bebida de dioses o del demonio, seguramente no exista en la historia de la humanidad un producto tan psicoactivo y estudiado como el café. Activa la función cerebral bloqueando la adenosina, de tal manera que nos mantiene despiertos y vigilantes; refuerza nuestras defensas naturales al ser rico en nutrientes esenciales; es depurativo y estimula la secreción de las glándulas digestivas, facilitando la digestión; aumenta el nivel de adrenalina, lo que nos proporciona energía adicional para hacer deporte, etc., etc.,… También suma muchos “peros”: somnolencia, dolor de cabeza, malestar estomacal, pero únicamente en dosis excesivas. Su principio activo es la cafeína, que es la base del NRG 4.

La vivificadora yerba mate que Tupá regaló a Yarí

Se cuenta a los niños en Argentina que Tupá –el dios del bien–, sintiéndose solo, bajó una noche a la Tierra y fue convidado por la hermosa Yarí y su padre a compartir con ellos la cena. En gratitud, Tupá hizo brotar una planta del suelo y nombró diosa protectora de la misma a Yarí. En posteriores visitas, Tupá enseñó a secar sus ramas al fuego y preparar una vivificante infusión que repondría las fuerzas de quién la tomara. Y así nació el famoso mate argentino.

Los beneficios de la yerba mate

Según el Instituto Nacional de Yerba Mate Argentina, la mateína del mate cebado caliente –su forma de consumo más popular– es un potente antioxidante, fuente de vitaminas del grupo B, de minerales como el potasio y el magnesio, que ayuda a eliminar el colesterol mano y que tiene efectos energizantes que estimulan el sistema nervioso central. El mate ayuda a bajar de peso porque contiene saponinas que “chupan” las grasas e impiden su absorción, eliminándolas directamente. Y te escribimos de mate porque también es un ingrediente del NRG 4.

Teína, mateína… Al final todo es cafeína

Independientemente de la planta de la que tome nombre –teína del té, mateína de la yerba mate, guaranina del guaraná– ni existe teína, ni mateína, ni guaranina… Porque todo son lo mismo: cafeína, un alcaloide del grupo de las xantinas, sólido, blanco y de sabor amargo. Si se quedó definido científicamente así, fue porque así lo llamó –Kaffein– el científico francés que lo descubrió en el siglo XIX. Teína o mateína suman otras sustancias alcaloides en distinta proporción, todas son en realidad la misma molécula de cafeína: una droga psicoactiva –como la cocaína, la nicotina o la morfina, aunque con menor poder de adicción–, levemente disociativa y estimulante. 

Suplementación con NRG 4

¿Sorprendido? No te alarmes, la cafeína tiene tantas propiedades como te hemos ido desgranando a lo largo del artículo. Y aún muchas más en el deporte, porque además de ser un potente “quema grasas”, ayudando a eliminar michelines, aumenta considerablemente la capacidad de resistencia durante el ejercicio

La cafeína, al ser un estimulante que libera dopamina y adrenalina, nos permite que el esfuerzo sea subjetivamente menos costoso; al bloquear la adenosina, mejora el rendimiento, sobre todo en sesiones anaeróbicas; y al movilizar o quemar grasas, favorece el efecto EPOC, facilitando la oxidación de más grasas durante las horas posteriores al entrenamiento. De ahí que la suplementación con NRG 4 no solo esté recomendada para la pérdida de peso, también en el pre-entreno. ¡Y esto último te aseguramos que no es una leyenda!

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