Todos somos conscientes de los beneficios que para la salud y a nivel estético suponen la actividad física y deportiva y los buenos hábitos nutricionales. Es evidente que una mala alimentación y costumbres excesivamente sedentarias ponen en riesgo incluso nuestra vida. Pese a todo, ¿no encuentras la motivación necesaria para empezar? Asómbrate con todo lo que lograrás cuando empieces a perder peso, tonificar y moldear tu figura.

1.  El espejo empezará a sonreírte

Cuando no te sientes a gusto con tu cuerpo odias hasta mirarte en el espejo, una actitud que cambia radicalmente desde el primer kilo de peso perdido. Nuestra imagen corporal es absolutamente personal y subjetiva y al igual que el cerebro nos juega malas pasadas cuando un pantalón ya no nos abrocha, nuestra representación mental se transforma al comprobar que ese vaquero que llevábamos tiempo sin usar, además de ajustar perfectamente, realza nuestra figura. El espejo empezará a sonreírte y tú te sentirás magnífico.

2. Aumentarás tu confianza

Hoy te has visto guapo –sí no seas negativo, al menos un poco más atractivo–. Tu proceso de transformación ya ha comenzado a nivel físico y también psíquico, hasta el punto de que, sin pretenderlo, los demás ya lo han notado. Si tu objetivo era perder peso y hasta ahora no habías empezado a hacerlo poniéndote ciento y una excusas y constantes zancadillas, tu autoestima estaría por los suelos.

La mayoría de las personas que no se sienten a gusto con su cuerpo acaban desarrollando problemas personales y afectivos, pero esa autoestima perdida empieza a aumentar a una medida proporcional a la que se va eliminando el sobrepeso. Desde el primer gramo perdido, tu confianza sube, no habrá quién la pise por el camino.

3. Ya no serás causa de discriminación

Desgraciadamente, en muchos trabajos marginan a las personas por su aspecto físico, sobre todo cuando existe un sobrepeso muy elevado. Vivimos en un mundo en el que la imagen juega un papel muy importante, nos guste o no, y librarse de los kilos de más puede ser la diferencia entre conseguir un trabajo o perderlo.

4. Serás más sociable

Cuando las personas no se sienten a gusto con su cuerpo, en muchas ocasiones se retraen y acaban disminuyendo casi por completo su vida social. Al encontrar la motivación para empezar a cuidarse y empezar a notar los resultados, el miedo al rechazo va desapareciendo paulatinamente y vuelven a encontrar placer en relacionarse de nuevo con la gente e, incluso, en hacer nuevas amistades.

En este sentido, conviene ahondar en lo beneficioso que es realizar la actividad física o practicar deporte en compañía, donde vamos a encontrarnos con personas con idénticos problemas y motivaciones que los nuestros y que van a resultar inspiradoras y darnos fuerzas en los momentos de flaqueza.

Por el contrario, puede resultar que sean nuestras relaciones de toda la vida las que nos hagan sentirnos mal y conviertan nuestro nuevo plan de vida en un calvario, mostrándose escépticos e incluso demasiado críticos con el programa de nuestro entrenador personal, tentándonos constantemente con el “por un poquitín no pasa nada…” o con el “por un día que faltes al gimnasio…”. No te enfades y, mucho menos, permitas que flaquee tu objetivo. Continúa confiando en tu nutricionista y preparador deportivo.

5. Te sentirás más capaz

Tanto física como mentalmente. Aumentando la actividad física o deportiva y bajando de peso, físicamente serás capaz de afrontar retos que nunca imaginaste poder alcanzar. ¿Te apetece apuntarte a una carrera popular o hacer este verano el Camino de Santiago? ¡Adelante, puedes hacerlo! ¿Te conformas con actividades más moderadas como hacer una ruta senderista o jugar con tus amigos un partido de fútbol sin agotarte? ¡Nada más fácil de lograr en cuanto empieces a hacer regularmente dieta y deporte! Podrás hacer todo lo que te propongas porque el miedo al agotamiento o las posteriores agujetas ya no condicionarán tus actividades.

6. Ganarás energía

Y es que está demostrado que, cuanto menos se mueve una persona, más le cuesta ponerse en marcha cuando tiene que hacerlo. El sedentarismo alimenta al sobrepeso y nos “oxida”: perdemos agilidad, nos fatigamos enseguida… Hasta hace prácticamente muy poco tiempo, apenas unas décadas, las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y funcionales se asociaban a la edad, pero los nuevos hábitos de vida de alimentación y laborales, han logrado que éstas aparezcan cada vez de forma más temprana, afectando incluso hasta a los propios niños.

No es la primera vez que insistimos en ello: el cuerpo es una máquina que necesita ejercicio de forma regular, ¡su estado natural es el movimiento! Cuando el organismo se mueve aumenta la temperatura corporal, estimulando el hipotálamo cerebral y liberando endorfinas, esenciales para el crecimiento, estimulando y tonificando la masa ósea y muscular, aumentando las defensas naturales y la tolerancia al dolor…

7. Mejorará tu salud

A la porra el éxito, a la porra el dinero, de nada van a servirnos si en un momento dado caemos enfermos. Mantenerse en el peso ideal y hacer deporte son la mejor inversión para conservar la salud y mantener alejada la enfermedad. Los especialistas son unánimes en este sentido: la mejor forma de fortalecer el corazón y los pulmones es haciendo ejercicio físico. Además, solemos pasar por alto que entre los 30 y los 80 años vamos a perder el 40% la masa ósea y muscular, algo que puede evitarse con el deporte. Hasta el riesgo de padecer cáncer reduce, particularmente de intestino, mama y testículos.

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